13/02/2000
Hoy aprendí a hablar en mis sueños. Pido perdón, por sumergirme en el silencio tanto tiempo. Pero me enmudeció tu imponente presencia en primer lugar. Leí en un articulo de una revista ayer, que siempre recuerdas tu ultimo sueño de la noche, pero lo mas probable es que los demás no. Lo que me dio pie a preguntarme. ¿Cuales son los anteriores? ¿Como llego a ti cada día?
Irradias demasiada luz, tanto que me encegueces y con mis ojos entrecerrados apenas puedo ver tus ojos, pero no el color de ellos. ¿Son negros? ¿verdes? ¿azules? ¿en realidad los veo o solo los imagino entre tanta niebla provocada por mis ojos apenas abiertos?
Siempre repites mi nombre. Una y otra ves. Con una voz tenue y apacible. Logrando dispersarlo como eco a través del viento cada ves que lo dices.
Hoy supe tu nombre. Daniela. Luego te apagaste, para dejarme en escalofríos por segundos hasta despertarme. Ya se, solo es un sueño. ¿Pero y si no? ¿Y si significa algo mas? Intentare recordarte, aunque sea solo un nombre, pero quizá un día te conozca fuera de mis ilusion
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